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HISTORIA DE LA GUACAMAYA

 

La comunidad la Guacamaya se encuentra ubicada al sur del municipio de El Progreso, en el norte de Honduras. Sus primeros pobladores llegaron hace poco más de 100 años. Eran unas 20 familias que venían de El Salvador el occidente de Honduras. Se asentaron en las orillas de la quebrada como una forma de estar cerca de la fuente de agua como medios de vida,

 

Al pasar el tiempo la población fue creciendo y los terrenos que eran ejidales los campesinos que llegaban los cercaban para trabajar. Posteriormente se organizaron en grupos campesinos de la sub seccional de la ANACH. Mediante la organización lograron obtener y legalizar los terrenos en donde cultivaban granos básicos como maíz, frijoles, arroz, café y algunas legumbres como repollo, tomate y pasto para  ganadería.

 

La primera escuela se construyó en el año 1927. Hoy cuenta con cinco centros educativos.

 

Uno de los acontecimientos que marcaron la vida de la comunidad fue el Huracán Mitch en la última semana de octubre en el año 1998. La aldea quedó devastada. esa situación dio lugar  a que varias instituciones como Amigo de los Niños, Amigos de Honduras, CASM adquirieron lotes de terrenos para construir las viviendas a las familias damnificadas, lo que trajo como resultado el crecimiento de la población y  el surgimiento    de Barrios  y colonias.

 

Como resultado de los desastres dejados por el Huracán Mitch se recibió apoyo de TROCAIRE para la reconstrucción del sistema de agua que quedo completamente destruido. También colaboró la Asociación Femenina hondureña en Salud Comunitaria AFEHSAC y de la la Asociación Femenina Rita Pendergarsth AFERPEG.

 

Se estima que la población de la Guacamaya ronda hoy los 7000 habitantes. El 53% es menor de edad.

 

Uno de los principales problemas es la violencia e inseguridad social, un flagelo que abate al país en general pero que afecta aún más a la juventud y niñez en riesgo social.

 

 

HISTORIA DE LA BIBLIOTECA NUEVA VISIÓN

 

El 26 de julio de 2006 se fundó la biblioteca Nueva Visión. Fue fruto del trabajo organizativo de un comité de vecinos y vecinas presidido por Angela Amaya, quien poco después sería víctima mortal de la violencia que asola el municipio.

 

Este comité, haciendo actividades como venta de alimentos y rifas, y con el apoyo de la Fundación Riecken, consiguió levantar y equipar la biblioteca de la Guacamaya.

 

Luego, se firmó un convenio tripartito de la corporación municipal, con el objetivo de garantizar pago de la bibliotecaria, entre otras necesidades como energía eléctrica, internet y seguridad para  la   sostenibilidad de la misma.

 

Sin embargo, los problemas se han sucedido. En 2008 fuimos víctimas del primer robo. An asamblea comunitaria se acordó aportar a través de la junta administradora de Agua el pago de un vigilante.

 

Posteriormente la corporación se hizo cargo. Nos apoyó con la construcción de un cerco perimetral, pero dejó de pagar al vigilante. Nos robaron tres veces más. Tras el Golpe de estado, la corporación dejó de pagar y fue un grupo de jóvenes quien estuvo sosteniendo las actividades de la biblioteca.

 

Otra crisis vino con las elecciones de 2018. Nuevamente las autoridades dejaron de aportar. Desde entonces contamos con apoyos puntuales para tener abierta la biblioteca, pero si no fuera por la solidaridad de muchas personas de dentro y fuera del país no podríamos seguir adelante.

 

Cada año se elabora un plan de actividades con la participación de madres de familia el comité y la bibliotecaria en la que se hace una proyección de acuerdo a las posibilidades del equipo de voluntarios y voluntarias. 

 

La biblioteca recibe un promedio de 700 y 900 visitas trimestrales. A ello hay que sumar las actividades de lectura y reciclaje con niños y niñas, jornadas de capacitación a jóvenes y adolescentes y muchas más actividades.

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